Dicen que se ha perdido el sentido de la Navidad y que
únicamente pensamos en consumir y en comer abundantemente.
Si bien es cierto que la celebración cristiana está bastante
desvirtuada hoy quiero proponer otra lectura…
¿Por qué no pensar que estamos en una época de buenos
deseos?
Llevo toda la semana rodeada de buenos sentimientos de la gente que me rodea, nos abrazamos y nos besamos aunque sabemos que nos vamos a ver pronto, aprovechamos para llamar a los amigos lejanos, enviamos felicitaciones, compartimos ricos platos con los compañeros de trabajo, nos esforzamos en cocinar algo especial para compartir con la familia, salimos a comprar regalos o los confeccionamos nosotros-as mismos-as pensando en la otra persona, en qué le puede agradar…
Llevo toda la semana rodeada de buenos sentimientos de la gente que me rodea, nos abrazamos y nos besamos aunque sabemos que nos vamos a ver pronto, aprovechamos para llamar a los amigos lejanos, enviamos felicitaciones, compartimos ricos platos con los compañeros de trabajo, nos esforzamos en cocinar algo especial para compartir con la familia, salimos a comprar regalos o los confeccionamos nosotros-as mismos-as pensando en la otra persona, en qué le puede agradar…
Toda esa energía positiva invertida sólo puede beneficiosa.
Este año os invito a desterrar el “horror de la Navidad” y cambiarlo por la
feliz excusa de regalar, regalarnos tiempo para disfrutar, regalarnos tiempo
para compartir, regalar elogios, regalarnos algún pequeño (o gran) capricho…
¡regalad buenos deseos!
¡Feliz Navidad!
2 comentarios:
Felices Deseos para ti también!!
Qué razón llevas!! Felices Deseos para tí!
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