lunes, 31 de marzo de 2014

Amelia y Ricardo, el secreto del triunfo del Amor.


Hoy lunes quiero compartir el gran secreto para celebrar una boda con éxito absoluto.
Amelia y Ricardo, dos de mis mejores amigos, tras 15 años de decidir que estaban hechos el uno para el otro, han querido celebrar con las personas que más quieren, el Amor que continúan teniéndose.

La ceremonia fue en Piedralaves, una localidad de la sierra abulense donde hemos vivido momentos muy felices.

Como la ceremonia iba a ser civil, decidí hacer dos pequeños broches que les acompañaran en una ocasión tan importante. La única pista, el vestido "azul" de la novia...
Azul sí, pero ¿¿qué azul??

La solución, incorporar varios azules, sin que ninguno de ellos predominara, para tener más posibilidades de acertar.

El broche de la novia, tonos plata, azules, grises y amarillos


El prendido del novio debía ser algo más pequeño para lograr que lo luciera tras la sorpresa inicial; los tonos, parecidos, con piezas y materiales similares pero con un toque menos femenino

El broche del novio, más pequeño pero coordinado con el de la novia


La suerte estaba echada, y como suele suceder cuando todo está rodeado de cariño, buenos deseos y Amor, acerté en la creación final...


Ricardo con su prendido momentos antes de salir a la ceremonia

La ceremonia fue muy emocionante, todos lloramos a lágrima viva, aún hoy me emociono al recordarlo. Los sentimientos estaban a flor de piel. Dos personas que se quieren de verdad, que se lo demuestran cada día y que deciden mostrarnos su Amor para hacernos partícipes de un momento tan especial.

La novia Amelia, es gallega y su padre José, nos deleitó a la salida con canciones asturianas en honor al novio y su familia.

Gaiteiro e hija una vez acabada la ceremonia

Por último, una fotografía de los novios, ya casados, felices y emocionados como todos los asistentes.

¡Guapísimos los dos!

Los broches tuvieron éxito, pero en realidad, con tanto Amor como allí encontramos, era fácil, muy fácil acertar.

Sólo os deseo otros tantos años de felicidad compartida y que no os olvidéis nunca de demostraros cuánto os queréis.

¡Gracias a los dos por invitarnos a compartir este precioso momento!



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