Tocado de nacar para Olga...

Siempre establecemos un contacto estrecho con las novias que vienen a visitarnos. Es fácil encariñarse con ellas porque están llenas de ilusiones, de dudas, de ideas que nos cuentan cada una con su estilo particular.
No obstante cada año hay una o dos novias que son especiales, con las que empatizas al instante, con las que resulta tremendamente fácil descubrir qué quieren y ellas casi al instante se dejan llevar, se relajan, se ponen en tus manos y el resultado, en mi opinión, siempre es espectacular.

Este año una de esas novias ha sido Olga, que vino al Showroom por recomendación de su hermana, bloguera nata, que ya tenía referencias de nuestro trabajo.
Vinieron las dos junto con un amigo suyo y los tres lo tuvimos claro, el velo favorecía un montón su preciosa y menuda cara, sus vívidos ojos y su tímida sonrisa...



















El vestido era de Jesús Peiro, que nos proporcionó tela tanto de la seda del vestido como del tul que lo acompañaba. El resultado al terminarlo fue inesperado... una preciosa concha de nacar, como un cofre o una ostra que guarda en su interior lo más bonito de su ser, ¡perfecto para Olga!

Llegado este punto, no quería añadirle el velo porque para mí el tocado ya estaba terminado, no obstante a Olga le iba a quedar muy bien un toque de misterio, además, como el velo se puede recoger fácilmente, después de la ceremonia Olga tendría un tocado diferente...






















La relación con estas mujeres será para siempre, porque siempre tendrán un lugar en mi memoria de los buenos momentos que pasé hablando con ellas y sobre todo creando su tocado.

¡Gracias a esas novias! Espero que los años me permitan seguir disfrutando de momentos como este.